El fiscal Auat dijo que “hay jueces militantes de la impunidad” Jorge Auat, fiscal a cargo de la unidad que realiza seguimientos sobre los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos por la dictadura, advirtió que “hay jueces militantes de la impunidad”, al tiempo que celebró el camino abierto en materia de juzgamientos, más allá de que “todavía falta” por hacer.
El fiscal se pronunció así al presentar un relevamiento sobre el avance de las causas contra represores en todo el país ante la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados. “Lo más difícil es ir contra las estructuras del sistema judicial; hay jueces militantes de la impunidad y siguen existiendo mecanismos perversos que protegen a jueces funcionales a la impunidad”, declaró Auat.
En ese marco, pidió ante la comisión un “acompañamiento político” al accionar de la unidad fiscal y que ese ámbito parlamentario actúe como “caja de resonancia” de los procesos judiciales. “La impunidad se refugia en las propias estructuras que debían ser las que pusieran fin a la impunidad; teníamos un caballo de Troya adentro del sistema judicial, que opera mecanismos propios para protegerse”, afirmó Auat sobre las causas contra represores que no registraron grandes avances en años.
Auat relató en detalle parte del trabajo llevado adelante por la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las Causas por Violación de Derechos Humanos cometidas durante el terrorismo de Estado ante la comisión a cargo de Remo Carlotto, adonde asistió acompañado por el coordinador de esa unidad, Pablo Parenti. “Hay que interpelar fuertemente y con celeridad a los jueces funcionales a la impunidad” opinó Auat, para quien “se necesita dar sustentabilidad a una política de Estado concreta con acciones concretas”.
La Unidad -que depende de la Procuración General- fue creada en el 2007 para hacer un relevamiento y seguimiento constante de las causas, cualquiera sea su estado procesal. También tiene por objeto “coordinar con los fiscales de todas las jurisdicciones las estrategias de investigación y persecución para posibilitar la apertura y sustanciación de los juicios en los plazos más breves posibles”. “Es una especie de cuerpo extraño en un sistema judicial que no está preparado para llevar adelante los procesos por violaciones a derechos humanos cometidas por la dictadura”, graficó Parenti sobre el accionar de la Unidad.
Además, sugirieron la necesidad de impulsar cambios en el Código Procesal Penal y la posibilidad de que los legisladores formulen pedidos de informes a los jueces a cargo de expedientes contra represores. Como ejemplo del lento avance judicial en materia de derechos humanos, Auat y Parenti mencionaron la demora de los jueces a la hora de fijar las audiencias, o de elevar una causa a juicio oral y la ausencia de herramientas concretas para pedir “explicaciones” a los magistrados.
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