6/16/2020

ILUMINAR LOS SÓTANOS DE LA DICTADURA

Stella Segado desmenuza el rol clave que jugó la SIDE durante el terrorismo de Estado

POR LUCIANA BERTOIA Y ALEJANDRA DANDAN JUN 14, 2020 

Gentileza: Daniel Cabezas.

En octubre de 2013, el Ministerio de Defensa encontró 1.500 Actas Secretas de las Juntas Militares. Contenían las decisiones políticas. No contenían la planificación de inteligencia ni de las operaciones. Hasta ahora se habían encontrado Planes Secretos de la Armada y del Ejército. Pero siempre hubo una duda: ¿No existía una instancia superior en la que esos Planes secretos se escribieran o planificaran en conjunto?

Stella Segado es especialista en archivos de derechos humanos. Dirigió el área de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa desde la gestión anterior a la de Agustín Rossi y se especializó en archivos de inteligencia. El jueves pasado declaró en el juicio oral por las víctimas de la Contraofensiva montonera que se lleva adelante en San Martín. Su testimonio fue difundido desde la plataforma del Tribunal, pero también desde el canal de YouTube de La Retaguardia y desde las páginas de Facebook del Juicio de la Contraofensiva y Mundo Lesa. Hasta el sábado, más de 1600 personas habían visto la declaración que duró más de seis horas.

En ese escenario mostró los documentos que responden esas dudas: la existencia de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), hasta ahora desconocida. Era una estructura que dependía orgánicamente de la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), estaba conducida por su secretario, y reunía a los jefes de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, a los jefes de Inteligencia de cada una de las fuerzas y al jefe de inteligencia de la Fuerza de Seguridad Federal. Era la mesa de conducción política de la Inteligencia. Allí se planificaba la estrategia nacional con los lineamientos de operaciones que iba a desplegar cada sector.


“Los que trabajamos en estas reconstrucciones sabíamos que había algo que faltaba. Cuando mirabas los planes secretos de la Armada y el Ejército, una se preguntaba: ¿Cada uno lo hacía por separado? ¿No había nada arriba que los unificara? ¿Que eran las actas? Porque en las Actas Secretas de las Juntas no hay nada de lo Operacional, en todo caso en las actas se enuncian hechos y preocupaciones,  datos acerca de lo que se decidía,  en las actas se cocinaba lo político, pero la Inteligencia se hacía desde la SIDE”.

Los primeros datos aparecieron en una desclasificación de archivos realizada durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en 2015 para la causa AMIA, pero sus anexos con el diseño de las estructuras y el análisis acaban de ser revelados en el contexto del juicio. Recién ahora, pueden entenderse algunas trayectorias de los jefes de Inteligencia del Ejército o del Batallón 601 que al dejar sus lugares pasaban a la SIDE en una proceso que no significaba un retiro sino una promoción.

“Creo que lo más significativo es que la Central Nacional de Inteligencia era la estructura superior que estaba por encima de todo, y era el lugar desde donde se planificaba en términos políticos las prioridades”, explica Segado.

En esta entrevista, Segado descubre documentos, revela la estructura burocrática, el circuito de la información, el rol de la Contrainteligencia y explica por primera vez la dimensión del Batallón 601 y sus diferencias con los grupos de operaciones tácticas que dependían de los comandos zonales. También señala que la estructura tuvo un primer cambio en el gobierno de Raúl Alfonsín cuando los militares dejaron la conducción de la SIDE y una segunda etapa en 1987, cuando se redefine el sistema nacional de inteligencia Pero uno de los aportes más inquietantes llega sobre el final. 

 Central Nacional de Inteligencia
– ¿Qué pudo reconstruir de la Central Nacional de Inteligencia?

– Tuvo un rol central hasta 1983, pero nunca se había hablado de ella, ni se la había incluido como parte del sistema represivo. Es la que formuló la doctrina nacional de inteligencia en aquellos años y tuvo un enlace funcional-técnico con los organismos de inteligencia. La Central estaba conformada por: la SIDE, el secretario de la SIDE era Director de la Central Nacional. Y la integraban: el Jefe de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto y los jefes de Inteligencia de Ejército, Armada y Fuerza Aérea y de la Superintendencia de Seguridad. Prefectura y Gendarmería pertenecían a las fuerzas armadas, por lo que las directivas les llegaba por ese canal,  aunque podían ser  invitados al igual que los enlaces de Inteligencia en ministerios, secretarías y otras áreas de gobierno.

Anexo del decreto 3401/1979.
 – ¿Era la gran mesa de la información?

– Exactamente. Hace años, encontramos en el archivo desclasificado de la SIDE documentos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), pertenecientes al que sería el delegado que participaba de las reuniones de la CNI, y llevaba la información de los trabajadores. Por eso, en el documento  que presenté  aparecen los miembros no permanenten, ese documento de la CNEA daba cuenta del funcionamiento de comisiones o grupos conformados con la misma estructura que la CNI para tratar temas específicos. Este documento es uno de los documentos desclasificados durante el gobierno de Cristina Kirchner, que fue el hilo conductor al decreto 3401 de 1979, que habla de la Doctrina de Inteligencia para ese año. Esa imagen es parte de un Anexo que no estaba en el Boletín Oficial,  ni estaba en ese archivo, y que finalmente  encontré en el Archivo General de la Nación.

– Hasta ahora lo que se había podido reconstruir en los juicios de lesa humanidad era que la SIDE operó en Automotores Orletti o el rol central que tuvo en el Plan Cóndor, pero ahora se la puede pensar como un vértice.

– Nunca se supo a ciencia cierta el rol de aquellos años, porque quienes manejaban esa información eran unos pocos. Aquí se ve cómo la Secretaría General de la CNI estaba formada por el señor Secretario de la SIDE, que a su vez era el jefe de la CNI. Para mí esto es lo más novedoso: una estructura que está mostrando que por encima de los jefes de la fuerzas estaba la SIDE. Ahora vemos que quien planificaba la Inteligencia Estratégica Nacional era la mesa de la CNI, después cada jefe lo llevaba a su fuerza y planificaba hacia dentro, pero los lineamientos salían de ahí. El mapa muestra por afuera miembros no permanentes, delegados de distintas reparticiones como gobernadores en una época en la que todos eran militares.

–¿Cuál era la tarea concreta?

– Planificar, orientar, centralizar y coordinar las actividades de inteligencia: todo está en el decreto 3401. Centralizar la información interior y exterior de Inteligencia con el fin de mantenerla actualizada, la apreciación de  esa información, difundirla a los organismos de Inteligencia y formular y actualizar la doctrina nacional. Esto se conecta con el ciclo de inteligencia: se planea con las operaciones de inteligencia, se obtiene la información, se elabora un análisis, se distribuye o disemina y vuelve a empezar. Existe otra imagen dentro del mismo decreto que explica muy bien la sobredeterminación de la CNI a lo largo de todos los procesos de lo que llamaban la guerra contra la subversión. 

Anexo decreto 3401/1979.

Las flechitas indican la injerencia de la CNI y aparecen en todas las fases: la determinación de la hipótesis, compatibilización, integración, aprobación, salvo en la factibilidad y es lógico: quien lleva adelante una operación no es la CNI sino las fuerzas. Pero en el resto del trabajo, el documento dice que ellos apoyan: otorgan más información cuando lo necesitan, detectan oponentes y enemigos. Y además colabora en la planificación de la acción psicológica

Ciclo de Inteligencia
— ¿Cómo funcionaba el ciclo de inteligencia?

– La Inteligencia es un proceso intelectual de análisis, de integración y de deducción. En una de las filminas mostré sus cinco fases: planificación, reunión de información, procesamiento, interpretación y difusión. No siempre el ciclo comienza en la planificación, pero el ciclo funciona como un modelo. Una planificación comienza con grandes preguntas para atender el escenario futuro, es lo que se llama los elementos esenciales de inteligencia.  La planificación pone en marcha acciones como respuesta, que es lo que impulsa  la segunda fase del ciclo de inteligencia que es la búsqueda o reunión de información.



– ¿Cómo es esa fase?

– La reunión de información se hace a través de distintas fuentes: personas, lugares, actividad, medio socio ambiental. Las fuentes pueden ser abiertas o cerradas. Las abiertas son medios de comunicación y las cerradas son de carácter secreto, medidas de contrainteligencia, y se obtienen a través de Operaciones Especiales de Inteligencia. Dentro de ese universo hay infiltrados, colaboradores y confidentes es decir, personas que  en plena facultad de decidir lo hacen. Los colaboradores normalmente cobran y los confidentes son buchones de alma. Una vez que se reúne esa información, comienza la tercera fase: el procesamiento. Acá hay algo más conocido: solemos ver en los Informes de Inteligencia, letras y números vinculados a la valorización. Las letras habla de la confiabilidad de la fuente, mientras que el número habla sobre la ratificación de la información,es decir, que dicen otras fuentes sobre esa información.



— ¿Qué se sabe de quienes analizan la información?

Ese otra  fase del ciclo y es la Interpretación. Este aspecto suele estar infravalorado, pero es muy importante, ya que es el  analista,  la persona que crea el producto real de Inteligencia, que le da un sentido a la información. La mirada judicial en los juicios de lesa, suele estar puesta sobre el que sale a buscar la información y no sobre el que piensa, interpreta y le da un sentido para nuevos  objetivos. La última parte del ciclo de inteligencia es la difusión. Es la tarea mediante la cual se transmite la información. Y ahí hay datos importantes: todo ese proceso genera distintos documentos. Los más conocidos son los informes Inteligencia, pero hay Informes de Operaciones. En la causa contraofensiva se ofrecieron como prueba documentos de interrogatorios que hay que pensarlos dentro de ese esquema.


Anexo decreto 3401/1979.


– ¿Sólo se planifica en las estructuras superiores?

– El ciclo de inteligencia está presente en cada sistema de Inteligencia. La planificación es una estructura de Inteligencia Estratégica Nacional que baja y se replica en cuatro niveles. Arriba de todo está la Central Nacional de Inteligencia. Por debajo, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Luego, la Inteligencia Operacional en el Batallón de Inteligencia y el Destacamento de Inteligencia con destacamentos de todo el país. Y por último, en la Inteligencia Táctica de apoyo de la Conducción Superior, Sección de Operaciones  Especial  (SOE). Es decir, la planificación también entra en todos los niveles de las otras Inteligencias. La de arriba ordena los objetivos de la política nacional y abajo planifican a partir de esos objetivos. No olvidemos que estamos hablando de instituciones jerárquicas y burocráticas,

Todo esto es importante para entender los diversos roles. La Inteligencia Estratégica Nacional elabora los objetivos de la política, los planes generales de un Estado. La Inteligencia Estratégica Militar de las Fuerzas Armadas lo adecua. La Inteligencia Operacional opera en el campo a través del Batallón 601 como una inteligencia intermedia, entre la estrategia militar política y la táctica. La Inteligencia Táctica que hasta 1977 se llamaba de Combate es la que va a manejar la información más inmediata.

– ¿Por qué cambia en 1977?

– Porque a partir de la experiencia contra lo que denominaban lucha contra la  subversión se dieron cuenta que la información obtenida de algunos prisioneros perdía valor rápidamente, dicho así, en los alcances del reglamento . Los militantes tardaban más de 24 o 48 horas en dar una información esperando que las casas se desarmen, que se levante la cita. Por lo tanto, esa Inteligencia táctica sabía que inmediatamente después de torturar, tenía que salir a operar, no podía esperar a planificar cómo ir a buscar más información, tenían que hacerlo en el momento.

El Batallón 601

– ¿Qué rol jugaba el Batallón de Inteligencia 601 en todo este esquema que describe?

– Tenía una posición intermedia en ese esquema: un lugar de dependencia y tiene quienes le dependen. Es el lugar intermedio, por eso tuvo tanta importancia. Es la parte operacional después de la planificación y aparece porque los jefes de Inteligencia de cada Fuerza no salían a operar. La Inteligencia Estratégica Operacional habla específicamente de las Unidades de Inteligencia, y en este caso específicamente del Ejército. Hay un reglamento confidencial 16 – 5 que dice que las Unidades de Inteligencia eran el único medio técnico de Inteligencia del Ejército y que el Batallón de Inteligencia 601 dará apoyo al Comandante en jefe del Ejército en la zona que éste le asigne.
–  ¿O sea su zona de influencia era en todo el país?

– Sí, porque el Jefe del Ejército es jefe de una institución que está en todo el país. El documento también señala que dará apoyo en cuanto a interrogadores, intérpretes. Los Destacamentos de Inteligencia son también Unidades de Inteligencia pero a diferencia del Batallón 601 operan bajo la orden de la Unidad donde se encuentran emplazados. Por ejemplo, el Destacamento 201 de Campo de Mayo es una Unidad de Inteligencia que le depende a Institutos Militares.

– Siempre se creyó que los Destacamentos dependían del Batallón 601.

– Exacto, pero no es así. Ambos son medios técnicos de Inteligencia y lo que dice el Reglamento es que hay diferencias de dotación de personal y de medios. El Batallón es más grande y la Unidad de Destacamento más pequeño. Uno da apoyo al Comandante en Jefe mientras que el Destacamento depende del lugar donde está emplazado. El Batallón de Inteligencia estaba dividido en diversas áreas. Lo distinto a cualquier otra estructura militar es su especificidad que lo hace únicamente en Inteligencia. No tiene solamente un jefe o departamento de inteligencia como otras estructuras.

El Jefe del Batallón es Jefe de Batallón pero también tiene como especialidad la Inteligencia. De todas maneras, y al igual que cualquier estructura del Ejército, tuvo una Plana Mayor con un Jefe de Personal, un Jefe Inteligencia y un Jefe de Operaciones. En este caso, el Segundo Jefe –que siempre es el Jefe Inteligencia– tiene a cargo la Contrainteligencia y la Logística. Y el otro tiene a cargo la Central de Reunión con lo operacional: salir a buscar la información. De la Central de Reunión dependían todos los Grupos de Tarea.
Libro histórico del Batallón 601 de 1980.

– En el organigrama figuran los grupos de tareas del Batallón 601 aparecen en otro color.

– Exacto. Todo el organigrama está en color negro, pero en 1979 se agregan en verde siete Grupos de Tareas. Si lo pensamos en términos “civiles” es como el personal de planta y el personal transitorio en cualquier repartición, por eso está en verde y dice “asignado”  El documento está en el libro histórico del Batallón, con los organigramas de todos los años. 

– ¿Cómo funcionaba ahí la Contrainteligencia?

– Lo interesante es que el reglamento permite ver que todos pueden funcionar a la vez, como una maquinaria perfecta donde cada parte contribuye con la generación de inteligencia que se precisa.  La compañías realizan actividades de ejecución para encontrar información, sea dentro de la zona que tienen asignada o fuera de ella, la central de apoyo contribuye con personal con otras especialidades, fotointérpretes, interrogadores, las actividades especiales, con operaciones encubiertas, es decir, la reglamentación y la estructura estaban pensadas para que todas operarán desde el lugar que les competía.  Entonces  habrá médicos necesarios para las torturas, fotointérpretes encargados de la interpretación de imágenes, que se dedicaban a sacar de una foto hasta el mínimo detalle, A partir de una foto podrían sacar una relación en escala con la medidas real de un objetivo sin tener que ir con un metro, lo que permitía planificar  una operación con cierta veracidad sobre el terreno. Luego iban las fuerzas a tirar una bomba a la casa, y sabían dónde tenían que disparar. Luego hay otros casilleros: Central de Apoyo para las operaciones y podían ser interrogadores; Comando y Servicio — que eran el cerrajero, el chofer, el que tiene a cargo las armas y un área de Antecedentes donde había un archivo.

De archivos y de acciones psicológicas

– ¿Se sabe qué hicieron de ese archivo?

– Hay un dato interesante que surge del organigrama. Una área llamada Sistema Computarizado de Datos (SCD). Es decir, todo lo que se cargaba en Antecedentes pasaba a un Sistema Computarizado de Datos que tampoco se encontró. En aquellos años comenzaron los primeros sistemas informáticos que se usaron en el Estado, como las tarjetas de PRODE, y todo indicaría que el Batallón tuvo algún tipo de sistema. Finalmente, hay una división de Actividades Psicológicas. Me quiero detener porque fue muy importante sobre todo para el Batallón de inteligencia y, especialmente para Contraofensiva.

– ¿Por qué?

– Para el Plan Estratégico Nacional lo  más importante en términos de preocupación en el año 1979 eran las denuncias a violaciones de los derechos humanos en el exterior y la próxima visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a la Argentina. En el Planeamiento estratégico se observa un claro lineamiento en esa línea: Los Argentinos somos derechos y humanos.Y cada fuerza desarrolló alguna estrategia. La Armada desarrolló una campaña y firmó un contrato con Burson-Marsteller que incluía una campaña de prensa, como la de la Revista Para ti y Thelma Jara de Cabezas o Alejandrina Barri,  imprimió libros y realizó películas en varios idiomas que fueron llevados a las embajadas. En 2014, a partir de una resolución de Agustin Rossi, recibimos de un agregado militar naval en Sudáfrica, ese material.  Ejército hizo lo mismo, pero utilizando métodos compulsivos.

 – ¿Cuáles?

– Monta la operación de Armando Croatto – Horacio Mendizábal en la semana que la CIDH llega al país, para mostrar la “ferocidad de la subversión”,  Noemí Molfino fue secuestrada en Perú y asesinada en España, pero el caso se presentó como un suicidio. Hace poco al ver el documental Operación Cóndor observé que presentaban notas periodísticas de la época y ví una de ellas que me llamó la atención. Era una sobre el caso y se publicó pocos días después de haber sucedido. Lo interesante es que como fuente menciona a la Agencia Saporiti. La agencia Saporiti fue una agencia de cobertura de la SIDE. También aporté ese material al tribunal

– ¿Cómo se relaciona la agencia Saporiti con la acción psicológica para la contraofensiva?

– La SIDE tuvo en aquellos años tres empresas: Agencia Saporiti, ORGRAS, y un Instituto de Estudios Sociales. La nota dice: Saporiti Especial. Si volvemos al comienzo, el secretario de la SIDE presidía la Central Nacional de Inteligencia a cargo de la planificación. Entre las tareas del ciclo de inteligencia aparece una denominada la acción psicológica, que se replica luego en todas las estructuras. La agencia Saporiti difundió la muerte de esta mujer en una línea que puede pensarse en paralelo a lo que pasó con el caso de Thelma Jara de Cabezas para la misma época. Thelma estaba secuestrada en la ESMA, pero, para el momento en el que se acercaba la visita de la CIDH, la obligaron a dar una falsa entrevista en la que dijo que estaba secuestrada por Montoneros. Yo veo que en estas operaciones aparecen mostrando Madres que buscan a sus hijos desaparecidos pero en realidad a una la muestran huyendo de Montoneros y a la otra como una suicida. Creo que pensarlo desde la CNI permite pensarse en conjunto el diseño de esta operación.

 – ¿Cómo se sabe que la agencia era efectivamente de la SIDE?

– Porque la SIDE la compra en 1976 o 1977 a Saporiti y funcionó en el Palacio Barolo. En los años ´90, la desarman cuando pasa a funcionar ahí la Dirección de Terrorismo, lugar de guarda del material que se desclasificó para la causa de AMIA. Material con el que yo trabajé.  Dentro de Barolo había fotos de la agencia con la fachada ubicada sobre Avenida de Mayo con un cartel luminoso que decía Agencia Saporiti. La agencia usaba supuestos periodistas para entrar a embajadas, eso ya es público. Mandaban corresponsales a cubrir un evento, el supuesto periodista se mezclaba entre la gente, sacaba fotos y señalaba con un dedo a la persona que le interesaba. ORGRAS era una empresa de cobertura como una agencia de personal, una modalidad que servía tanto para poner personas como para otras operaciones.

El asesinato de Noemí Molfino contado por la agencia de noticias de la SIDE.

Inteligencia inmediata
 – ¿Y cómo son las otras estructuras de inteligencia que no responden al Batallón 601?

– Luego queda otro nivel, por fuera del Batallón 601. Es la Inteligencia Táctica y está dentro de Institutos Militares. La Inteligencia Táctica es el SOE: Sección de Operaciones Especiales. Es la categoría aparentemente más baja, ópera y busca las debilidades del enemigo. No sólo investiga armamentos, ubicación, o en el caso de Contraofensiva, si entraron por Mendoza o en qué barrio se asentaron, busca el modo de quebrar a una familia, datos de la intimidad. Lo interesante es que no es personal de inteligencia. Están dentro de Institutos Militares con personal que hace una rotación por una comisión de 45 a 60 días. Es personal de todas las escuelas y pasan en comisión a la Jefatura de Inteligencia de Institutos Militares.

 – Digamos que eso también le da un nuevo lugar a Institutos Militares de Campo de Mayo: como un lugar al que llegan los elegidos de otros lugares.

– En realidad es personal que se encuentra con destino en algunas de las escuelas de IIMM, pero no son de Inteligencia , pero tienen tanta experiencia en lo operacional que los hace meritorios para ocuparlo. Y es interesante porque a cargo del SOE va a aparecer una persona como (Eduardo Francisco) Stigliano: no tuvo aptitud de Inteligencia pero operaba desde 1976 y hay muchos que pasaron por allí.

– Stigliano fue importante porque un parte médico suyo permitió empezar a entender cómo eran los vuelos de la muerte en Campo de Mayo.

– En realidad, todo este esquema del que hablé permite entender el movimiento que había en los operativos. En muchos se ven la participación de distintos grupos. Cada uno tenía un objetivo específico. El Batallón 601 va a secuestrar a alguien porque se lo ordenó el Jefe del Ejército. El 201 va porque se lo ordenó el Jefe de Inteligencia porque es la Unidad de Inteligencia de Institutos Militares. Y el SOE va porque es aquel que a partir del interrogatorios, va a salir a buscar nuevos blancos. Por eso, en casos como los de Armando Croatto y Horacio Mendizábal hay Gendarmería, SOE, Stigliano que es herido, el Batallón 601 y Policía.

El juicio de la contraofensiva, sin público en la sala . Decenas de personas siguieron la declaración por la plataforma digital del tribunal.
La SIDE y un hilo hasta el presente

— ¿Aportó también información desclasificada por la ex SIDE que echa luz al caso Croatto-Mendizábal?

— Sí.  Durante el trabajo con ese material desclasificado para el caso AMIA, comenzamos a advertir que había documentación del período 76-83, por lo que comenzamos a consignar ese material de manera diferencial, y al tiempo llegó un requerimiento del juez Daniel Rafecas consultando si entre la documentación desclasificada podría haber del período, así que copia de ese material se envió a ese juzgado. Este documento es interesante en muchos sentidos. En primer lugar es la fotocopia de un telegrama enviado por carta, el sobre se halla en original y acompaña otro documento también original. Además el destinatario  es Héctor Villalón y el remitente Patricio Kelly,  dos personajes. Lo que allí se anuncia es muy importante para esta causa. Está fechada 20 días después del asesinato de Croatto – Mendizábal, habla de un memo y no de carta, entendiendo que un memo es una nota administrativa, uno no le manda un memo a alguien en la vida “civil”, después porque le agradece “los datos” y por último porque hace referencia a Bue-Madrid, destino importante para lo que fue la contraofensiva.

Telegrama en el que Patricio Kelly le agradece a Héctor Villalón información sobre Croatto y Mendizábal. Desclasificación de la ex SIDE para el caso AMIA.

– ¿Cuál diría que es el aporte de fondo de toda su investigación?

– Por un lado, permite entender de otra manera algunos recorridos. Carlos Alberto Martínez fue jefe de Inteligencia del Ejército y luego pasó a la SIDE. No se retiró, fue un ascenso. Carlos Alberto Roque Tepedino, cuando se retiró del Batallón 601, también fue a la SIDE como ascenso. A esta altura todos ellos están muertos, pero me parece importante que los juicios incorporen la mirada sobre la Central de Inteligencia para investigar quiénes formaron parte de esa estructura. Me parece que esto permite también darle el lugar que tuvo en ese momento.

– ¿Eran todos militares en la SIDE en ese momento?

– La SIDE estaba conformada por militares porque así fue su reglamentación hasta el gobierno de Raúl Alfonsín. Los cargos superiores eran del Ejército. Hacia abajo, los jefes de Departamento y de Secciones podían ser retirados de las fuerzas o suboficiales en actividad. Y el personal civil era personal civil. Cuando llegó Alfonsín esas direcciones comenzaron a ser civiles. Como dije esto no se sabía. Sabíamos que había algo que faltaba. Cuando miraba los planes secretos de de la Armada y los del Ejército, uno se preguntaba: ¿Cada uno lo hacía por separado? ¿No había nada arriba que los unificara? ¿Qué eran las actas? Porque en las Actas Secretas de las Juntas no hay nada de lo operacional, había datos acerca de lo que se decidía: pero en las actas se cocinaba lo político, la Inteligencia se hacía desde la SIDE.

 – ¿Hay continuidades entre la Central Nacional de Inteligencia y las coordinaciones actuales entre distintas agencias de inteligencia actuales?

– Mis investigaciones no llegan hasta hoy, abarcan períodos previos. Hoy, entiendo, que el Sistema de Inteligencia Nacional continúa siendo un conjunto de relaciones funcionales de los diferentes organismos de inteligencia del Estado y que está dirigido por la Agencia Federal de Inteligencia (la ex SIDE). Como el órgano que contribuye a la toma de decisiones para la seguridad interior y exterior del país. Esos organismos de inteligencia están reunidos en el Sistema de Inteligencia Nacional conformado por las tres areas de inteligencia,  a la cabeza está la AFI y luego la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, con atención a los delitos federales, pero con una mirada al delito federal, y la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar, que agrupa a los servicios de Inteligencia de las fuerzas armadas. De todos modos, creo que la gran diferencia ha sido la modificación de la Ley de Inteligencia, que prohíbe taxativamente, realizar tareas represivas, es decir, funciones policiales, como así también investigación criminal, salvo requerimiento de autoridad judicial, hecho éste del que se ha abusado suficientemente hasta la nueva intervención de la AFI por Cristina Caamaño.

– Lo que se conoció en las últimas semanas sobre el accionar de la AFI y, por ejemplo, el espionaje masivo sobre participantes de las cumbres de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o el G20 remite a prácticas enquistadas en los servicios de inteligencia.

– Los últimos hechos han sido muy relevantes a mi modo de ver, desde mi mirada centrada en el período de la dictadura. La Ley prohíbe obtener información, o almacenar datos sobre personas, sobre sus acciones privadas, o su opinión política, religiosa, o su pertenencia a organizaciones político sociales. La Ley también prohíbe influir de cualquier modo en la situación institucional del país, sea política, militar, policial, social y económica hasta en la opinión pública, en medios de difusión, etcétera. ¿Suena, no? Durante la dictadura, la doctrina de inteligencia incluía operaciones psicológicas para influir y motivar la colaboración de neutrales e indiferentes, y usaban como métodos la propaganda, la publicidad, el armado de noticias, es decir, las fake news.  Lo que puedo decir es que todo lo que ocurrió en estos años no sólo fueron violaciones a la Ley de Inteligencia, sino una decisión de volver a los tiempos de la dictadura, la historia más dolorosa del país.